No puedo parar de pensar en que cuando llegue a casa no esté del otro lado de la puerta moviéndome la cola, acostándose conmigo en la cama, pidiéndome para ir a dar una vuelta, queriendo subir a la camioneta para irse a Navarro, pidiéndome comida todo el tiempo porque era gordo de alma como yo! sintiendo sus uñitas en el piso, aunque parezca increíble ayer tuve que tomar una de las decisiones más duras, feas y tristes de mi vida... para que Male deje de sufrir porque la enfermedad lo estaba haciendo sufrir terriblemente! Jamás me voy a olvidar del perro que el primer día que apareció en casa herido por todos lados no lo quise, que el segundo día lo estaba curando, el tercero bañando y a la semana siguiente ya estábamos viviendo juntos en Capital, ayer fué tu último día y me di cuenta que más no te pude querer y estoy seguro que vos más no me pudiste querer a mí! Gracias Malevo
Darío
