El pasado viernes fue una llegada atípica a Navarro, una llegada con mucha amargura. El motivo?
la Inseguridad, algo que muchos pensamos que está lejos de Navarro pero que día a día convive más con nosotros.
Ni bien llego al pueblo paso a saludar a mi flia por la casa de mi papá y me entero por mi hermano que se habían ido a la casa de Tito Sosa (hermano de Silvia la esposa de mi papá) porque los habían robado. Le pedí a mi hermano que me acompañe y ambos fuimos a ver como estaban.
Cuando llegué y empecé a escuchar el relato de Tito, de su esposa Teresa y de su hijo Eduardo me generó miedo y mucha bronca!!!!
El robo fue a las 13:15 del mediodía, les tocaron la puerta y ellos que estaban terminando de almorzar abrieron sin dudar, como haría cualquier vecino de Navarro si alguien toca la puerta. La que atendió fue Teresa a quién enseguida le pusieron un arma en la cabeza y entraron a la casa, al escuchar ruidos en el comedor Eduardo sale de su habitación y otro de los asaltantes (tres en total) también le pone un arma y lo tira al suelo, Tito fue el último en enterarse porque estaba recostado por dormir una siesta y cuando sale de la pieza lo empujan a la cama, rompen las sábanas y también lo atan y le ponen una mordaza en la boca, su hijo Eduardo estaba amarrado casi de la misma forma que su papá.
Por el miedo Teresa no paraba de gritar y ahí fue cuando agarraron a Eduardo, le pusieron un arma en la boca y amenazaban a su mamá que si no se callaba mataban a su hijo. Los términos que utilizan los tres asaltantes son irrepetibles.
Los tres estaban sorprendidos por la agresividad de los asaltantes que a la única que trataron bien fue a Teresa, después a Tito y a Eduardo los amenazaban todo el tiempo que los iban a matar y además los golpearon.
les robaron $1000, celulares, los repuestos de una batidora y la moto de Eduardo. Querían más plata y le pedían a Tito la plata del camión rojo que había vendido hace dos años. Este reclamo les hacía pensar a los tres que hubo un entregador o que alguno de los asaltantes conocía a algún integrante de la flia.
la verdad que es muy doloroso ver como le puede pasar esto a una familia humilde y trabajadora como lo es la Flia de Tito Sosa, que si les pasó a ellos nos puede pasar a cualquiera en cualquier momento, a plena luz del día, en un barrio con muchas casas, los ladrones le preguntaron a Eduardo si la moto tenía nafta y se la llevaron andando, esto es increíble!
Los tres repetían que lo importante es que estaban bien y que menos mal que tenían algo de dinero en la casa para darle a los tres asaltantes. Pero que el miedo que sentían iba a ser difícil de sacárselo y que vivir en esa casa ya no va a ser lo mismo. La más angustiada de los tres era Teresa a quién le decían cara a cara que le iban a matar a su hijo, es algo que nunca más se lo va a poder sacar de la cabeza. Cuando yo llegué a la casa eduardo ya estaba mejor pero me confesó que de la impotencia se largó a llorar varias veces porque no podía creer ver a sus papás tirados en el suelo y apuntados por un arma. Que la moto (que hacía poco había terminado de pagar) y el dinero que era de él no le importaba para nada, que la imagen de sus padres fué lo que más lo golpeó más allá de haber tenido un arma en la cabeza, en la boca y una navaja en la espalda.
Cuando los ladrones se iban uno se volvió a darle un beso a Teresa y le dijo que lo hacía porque se parecía a su mamá a quién no veía desde hace mucho porque hacía dos días que había salido de la cárcel.
Estemos atentos que el Navarro de hoy ya no es más el pueblo seguro que muchos pensamos que es.
la Inseguridad, algo que muchos pensamos que está lejos de Navarro pero que día a día convive más con nosotros.
Ni bien llego al pueblo paso a saludar a mi flia por la casa de mi papá y me entero por mi hermano que se habían ido a la casa de Tito Sosa (hermano de Silvia la esposa de mi papá) porque los habían robado. Le pedí a mi hermano que me acompañe y ambos fuimos a ver como estaban.
Cuando llegué y empecé a escuchar el relato de Tito, de su esposa Teresa y de su hijo Eduardo me generó miedo y mucha bronca!!!!
El robo fue a las 13:15 del mediodía, les tocaron la puerta y ellos que estaban terminando de almorzar abrieron sin dudar, como haría cualquier vecino de Navarro si alguien toca la puerta. La que atendió fue Teresa a quién enseguida le pusieron un arma en la cabeza y entraron a la casa, al escuchar ruidos en el comedor Eduardo sale de su habitación y otro de los asaltantes (tres en total) también le pone un arma y lo tira al suelo, Tito fue el último en enterarse porque estaba recostado por dormir una siesta y cuando sale de la pieza lo empujan a la cama, rompen las sábanas y también lo atan y le ponen una mordaza en la boca, su hijo Eduardo estaba amarrado casi de la misma forma que su papá.
Por el miedo Teresa no paraba de gritar y ahí fue cuando agarraron a Eduardo, le pusieron un arma en la boca y amenazaban a su mamá que si no se callaba mataban a su hijo. Los términos que utilizan los tres asaltantes son irrepetibles.
Los tres estaban sorprendidos por la agresividad de los asaltantes que a la única que trataron bien fue a Teresa, después a Tito y a Eduardo los amenazaban todo el tiempo que los iban a matar y además los golpearon.
les robaron $1000, celulares, los repuestos de una batidora y la moto de Eduardo. Querían más plata y le pedían a Tito la plata del camión rojo que había vendido hace dos años. Este reclamo les hacía pensar a los tres que hubo un entregador o que alguno de los asaltantes conocía a algún integrante de la flia.
la verdad que es muy doloroso ver como le puede pasar esto a una familia humilde y trabajadora como lo es la Flia de Tito Sosa, que si les pasó a ellos nos puede pasar a cualquiera en cualquier momento, a plena luz del día, en un barrio con muchas casas, los ladrones le preguntaron a Eduardo si la moto tenía nafta y se la llevaron andando, esto es increíble!
Los tres repetían que lo importante es que estaban bien y que menos mal que tenían algo de dinero en la casa para darle a los tres asaltantes. Pero que el miedo que sentían iba a ser difícil de sacárselo y que vivir en esa casa ya no va a ser lo mismo. La más angustiada de los tres era Teresa a quién le decían cara a cara que le iban a matar a su hijo, es algo que nunca más se lo va a poder sacar de la cabeza. Cuando yo llegué a la casa eduardo ya estaba mejor pero me confesó que de la impotencia se largó a llorar varias veces porque no podía creer ver a sus papás tirados en el suelo y apuntados por un arma. Que la moto (que hacía poco había terminado de pagar) y el dinero que era de él no le importaba para nada, que la imagen de sus padres fué lo que más lo golpeó más allá de haber tenido un arma en la cabeza, en la boca y una navaja en la espalda.
Cuando los ladrones se iban uno se volvió a darle un beso a Teresa y le dijo que lo hacía porque se parecía a su mamá a quién no veía desde hace mucho porque hacía dos días que había salido de la cárcel.
Estemos atentos que el Navarro de hoy ya no es más el pueblo seguro que muchos pensamos que es.
